Estoy aquí sentada viendo una película, de esas que tienen un final feliz. En el que los dos enamorados terminarán el resto de sus vidas compartiendo sensaciones, experiencias, que les harán más grande. Al finalizar la canción del final, cierro los ojos. Y trato de pensar en mi película. Mi vida. Cómo sería si fuera capaz de planear cada cosa. Volver a la realidad, significa, darte cuenta de lo que verdad eres y tienes. Todo consiste en conservarlo. 

Dicen, que sonrías, siempre. Esta frase habría que analizarla. Cuando la vida te ha golpeado tanto, te ha dejado tirado en el suelo, te ha hecho daño, tú. ¿ se lo tienes que demostrar con una puta sonrisa?. Lo único que se, es que hay que seguir luchando por lo nuestro, amigos, familia, y día a día, recordar con una verdadera sonrisa aquellos días en los que la vida te golpeó.

No vuelvas a caer, en la misma trampa. ¿ No te sirve con las trescientas veces que ya lo has hecho? Y es que por mucho que lo intentes tú solo, necesitas apoyo, todo aquel que perdiste aquella mañana.

Y poder liberarte, y dejar de tomar decisiones que marcarán tu vida. Simplemente, respirar, respirar y nada más. Ni un sólo suspiro. Caminar, como si nada te molestase, como si todo te fuera bien. Jacer como si todo esto fuera un sueño, del que nunca querrías caer. Lo malo es que lo real, llega antes de tiempo.